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Perspectivas energéticas mundiales para 2025

Perspectivas energéticas mundiales para 2025

El informe World Energy Outlook de la Agencia Internacional de la Energía (AIE) ofrece un análisis anual sobre los retos y oportunidades del sector energético global.

En su edición más reciente, publicada en octubre de 2024, se exploran tres escenarios principales a largo plazo, donde las políticas energéticas globales actúan como el factor determinante. 

Eventos como la invasión de Rusia a Ucrania, los conflictos en Medio Oriente, tensiones geopolíticas y las recientes elecciones en países responsables de la mitad de la demanda energética mundial, han intensificado la incertidumbre en las proyecciones. 

Al respecto, la AIE subraya:

“Nuestro análisis de escenarios está diseñado para informar a los tomadores de decisión mientras consideran sus opciones, no para predecir sus acciones. Ninguno de los escenarios debe considerarse como un pronóstico.”

En este texto abordaremos los escenarios clave para el sector industrial y analizaremos el panorama energético global rumbo al cuarto de siglo.

Nueva llamada a la acción

Contexto sobre las perspectivas de la Agencia Internacional de la Energía

El alcance y la velocidad de los cambios estructurales en el sector energético, junto con sus implicaciones para la seguridad energética, la asequibilidad y las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), son temas centrales en la edición de este año del World Energy Outlook

Los escenarios proyectados en el informe hasta 2050 son los siguientes:

Escenario de Políticas Declaradas (STEPS): Presenta una visión del rumbo actual del sistema energético, basado en un análisis detallado de las políticas vigentes.

Escenario de Compromisos Anunciados (APS): Traza una trayectoria en la que se cumplen en su totalidad y a tiempo todos los compromisos nacionales en materia de energía y clima, incluidos los objetivos de emisiones netas cero a largo plazo.

Escenario de Emisiones Netas Cero (NZE): Plantea un camino en el que el sector energético global logra emisiones netas cero de dióxido de carbono (CO₂) para 2050, alineándose con el objetivo de limitar el aumento de la temperatura global a largo plazo a 1.5°C, mientras se alcanzan metas como el acceso universal a la energía para 2030 y la mejora de la calidad del aire.

Panorama de la electricidad en 2025

El sector eléctrico es actualmente el mayor emisor de CO₂ a nivel mundial, representando el 36% de las emisiones globales relacionadas con la energía en 2023. 

Durante la última década, la demanda de electricidad creció casi al doble del ritmo de la demanda energética general y está acelerándose a medida que la economía global se electrifica rápidamente.

Las transiciones hacia energías limpias avanzan con fuerza, lideradas por el crecimiento récord de la energía solar fotovoltaica y la eólica. Este progreso se debe al apoyo político, los bajos costos tecnológicos y el enorme potencial para su implementación. 

Sin embargo, el carbón sigue siendo la principal fuente de electricidad a nivel mundial y los combustibles fósiles aún representan el 60% del suministro eléctrico global.

La rapidez con la que se complete la transición hacia energías limpias en el sector eléctrico en los próximos años será clave para determinar las tendencias globales de emisiones de CO₂ y los aumentos de la temperatura a largo plazo.

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Evolución de la demanda global de electricidad

La demanda mundial de electricidad creció más del 2.5% en 2023, una tasa consistente con el promedio de la última década. 

Dos tercios de este aumento provienen de China, impulsado por la electrificación de procesos industriales y el crecimiento en el uso de electrodomésticos y refrigeración.

Regiones como India, Medio Oriente y partes del sudeste asiático también registraron un aumento significativo, particularmente en el sector de edificios.

Entre 2023 y 2030, se estima que la demanda eléctrica crecerá anualmente 3.3% en el escenario STEPS, más del 3.5% en el escenario APS y alcanzará un 4.5% en el escenario NZE. Estos incrementos reflejan que, a mayor nivel de descarbonización, mayor es la electrificación necesaria para satisfacer la demanda energética.

Hasta 2050, los mercados emergentes y las economías en desarrollo serán responsables del 70% del incremento total. China aportará el 45% del crecimiento hasta 2030 y cerca del 25% entre 2030 y 2050. India se convertirá en el tercer mayor consumidor de electricidad para 2050, con una tasa de crecimiento superior al 4% anual en todos los escenarios. 

Otras economías emergentes y en desarrollo también experimentan un fuerte crecimiento en la demanda, mientras que las economías industrializadas muestran tasas de crecimiento anual más bajas hasta 2050, que oscilan entre el 1.8% en STEPS y el 2.6% en NZE.

Para 2030, la proporción de electricidad en el consumo final total alcanzará el 23% en el escenario STEPS, frente al 20% actual. En países como China, Japón y Sudáfrica, esta cifra será de aproximadamente 30%. En el escenario APS, la proporción subirá al 25% y en NZE llegará a cerca del 30%.

El crecimiento en las ventas de vehículos eléctricos representará más del 20% del aumento total en la demanda eléctrica para 2050 en el escenario STEPS, con una participación aún mayor en APS y NZE. 

La producción de hidrógeno mediante electrólisis también tendrá un impacto significativo: incrementará la demanda en 7,000 Terawatts-hora (TWh) en APS para 2050, equivalente al 25% de la demanda eléctrica actual, y en 12,000 TWh en NZE, representando el 20% del aumento total en el escenario APS y el 30% en NZE.

Crecimiento de la demanda de electricidad por aplicación y escenario, 2023-2035

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Evolución del suministro de electricidad

En 2023, los combustibles fósiles proporcionaron el 60% del suministro eléctrico global, su participación más baja en los últimos 50 años. 

El carbón representó la mayor parte, con un 36%, seguido por el gas natural con un 22%. La energía nuclear contribuyó con un 9%, una disminución a la mitad de su participación hace tres décadas. 

A pesar de una caída en la generación hidroeléctrica debido a las sequías, las energías renovables alcanzaron un hito importante al representar el 30% de la generación eléctrica global, con la energía eólica y solar fotovoltaica aportando un 13%, el doble de hace solo cinco años.

La proporción de electricidad generada por energías renovables crecerá del 30% actual al 45% en el escenario STEPS, al 50% en el escenario APS y casi al 60% en el escenario NZE para 2030. Esto reducirá las emisiones de CO₂ en 1.5 Gt en el primer escenario, 3 Gt en el segundo y 4.5 Gt en el escenario NZE.

Capacidad instalada global de energías renovables, 2010-2030, y reducciones de emisiones por escenario, 2023-2030evolucion-del-suministro-mundial-de-electricidad

Las energías renovables, lideradas por la solar fotovoltaica y la eólica, jugarán un papel decisivo en los sistemas eléctricos del futuro, sobre todo durante la próxima década. 

En el escenario STEPS, la generación combinada de energía solar y eólica casi se triplica entre 2023 y 2030, representando más del 90% del crecimiento del suministro eléctrico, superando al carbón, cuyo pico se espera alrededor de 2025 antes de entrar en un declive sostenido. 

Para 2035 se espera que la energía solar y eólica aporten más del 40% de la generación eléctrica, crecimiento que requerirá modernizar las redes eléctricas y aumentar la flexibilidad de los sistemas de energía, incluyendo el desarrollo de diversas formas de almacenamiento de energía

La generación hidroeléctrica, aunque variable por factores climáticos, muestra una tendencia de crecimiento lento, mientras que la energía nuclear sigue creciendo de manera constante. Por otro lado, la generación de electricidad con gas natural alcanzará su pico a finales de la década de 2020 antes de estabilizarse.

En el escenario APS, la expansión de la energía eólica y solar es aún más acelerada, complementada por un mayor crecimiento en otras renovables y energía nuclear. Esto permite reducir la generación de carbón sin abatimiento en casi un 60% para 2035 y disminuir el uso de gas natural en un 20%.

En el escenario NZE, las energías renovables, la energía nuclear y las tecnologías de captura de carbono descarbonizan completamente el sector eléctrico para 2040. Para entonces, el carbón sin abatimiento desaparecerá y el gas natural sin abatimiento se reducirá en un 80%.

Panorama industrial para 2025

El sector industrial es crucial para la economía global, ya que produce materiales básicos esenciales, incluidos aquellos necesarios para la descarbonización. Sin embargo, también es el mayor emisor de CO₂ entre los sectores de uso final, representando casi la mitad de las emisiones totales de consumo final

El consumo de energía en la industria está mayormente concentrado en los mercados emergentes y economías en desarrollo, que suman más del 70% del total global. En 2023 la demanda de energía del sector industrial creció un 2%, mientras que las emisiones aumentaron menos del 1%

En el escenario STEPS los combustibles fósiles siguen siendo fundamentales para la industria, manteniendo una proporción constante en la demanda total de energía. 

El carbón es ampliamente utilizado en la producción de acero y cemento, no obstante, su consumo en el sector comienza a disminuir hacia finales de esta década en regiones con alta actividad industrial, como China, Europa, Japón, Corea del Sur y Estados Unidos. 

Por otro lado, el uso global de gas natural aumenta moderadamente, impulsado por nuevas capacidades de GNL. En contraste, en los escenarios APS y NZE, el uso de combustibles fósiles disminuye drásticamente después de 2030.

Demanda de energía en la industria por tipo de combustible y escenario, 2023-2050demanda-de-energia-en-la-industria-global

Crecimiento de la electrificación de procesos industriales

La proporción de electricidad en la demanda energética industrial crece de manera sostenida, aumentando del 22% en 2023 al 25% en 2030 en el escenario STEPS y al 27% en el escenario APS. 

Más de la mitad de este aumento en la demanda eléctrica proviene de China, donde la producción de tecnologías limpias intensivas en electricidad sigue ganando protagonismo.

Nueva llamada a la acción

Panorama global de la eficiencia energética 

La intensidad energética global disminuyó 1% en 2023, una mejora menor en comparación con la reducción del 2% registrada en 2022. 

Algunas economías emergentes y en desarrollo mostraron avances lentos, mientras que regiones como Estados Unidos y la Unión Europea lograron mejoras significativas, impulsadas por un clima moderado, altos precios de la energía y una menor actividad industrial. 

En 2023 la inversión anual en eficiencia energética superó los 390 mil millones de dólares, frente a los 300 mil millones en 2020.

Diversas economías han implementado medidas legislativas y políticas para impulsar mejoras en eficiencia energética, incluyendo:

  • Estados Unidos: Ley de Reducción de la Inflación.
  • Unión Europea: Directiva de Eficiencia Energética.
  • Japón: Ley Revisada sobre el Uso Racional de la Energía.
  • India: Ciclo más reciente del esquema “Perform, Achieve and Trade”.

Proyecciones de mejora en eficiencia energética

Entre 2023 y 2030, se espera que las mejoras anuales en la intensidad energética global estén en un promedio de 2.3% en el escenario STEPS y un 3% en el escenario APS. 

En el escenario NZE, las mejoras anuales superan el 4%, duplicando el nivel base de 2022 para 2030, en línea con los compromisos adoptados por casi 200 países en la COP28.

En todos los escenarios, las mejoras en intensidad energética avanzan a un ritmo similar en economías industrializadas y emergentes. Sin embargo, las economías industrializadas seguirán siendo en promedio un 35% menos intensivas en energía que las emergentes hasta 2030.

No obstante, la AIE advierte que las mejoras recientes en intensidad energética no alcanzan los niveles necesarios para duplicar la eficiencia para 2030, requiriendo de acción en múltiples áreas para cerrar esta brecha.

Soluciones necesarias para la transición energética global

Desde 2019 el crecimiento de la energía limpia ha superado al de los combustibles fósiles en una proporción de dos a uno. 

La generación de electricidad de bajas emisiones aumentó casi 2,000 TWh, un incremento del 20%, a pesar de las interrupciones en la generación hidroeléctrica por sequías y fallos no programados en plantas nucleares.

En contraste, la generación eléctrica basada en combustibles fósiles creció 910 TWh, alrededor del 5%, menos que el aumento registrado por la energía solar fotovoltaica (930 TWh desde 2019) y equivalente al crecimiento de la energía eólica. 

Durante este período, la inversión global en energía limpia aumentó casi un 50%, con un promedio de crecimiento anual del 10%, alcanzando cerca de los 2 billones de dólares en 2024.

Panorama de la energía solar fotovoltaica

Las adiciones globales de capacidad solar fotovoltaica crecieron más del 80% en 2023, alcanzando un récord histórico de 425 GW. 

En China, el despliegue de esta tecnología se incrementó 2.5 veces, representando más del 60% de todas las nuevas instalaciones. La rápida expansión de la manufactura en China redujo los costos de los módulos fotovoltaicos en un 50% desde diciembre de 2022, mejorando la competitividad de la energía solar y acelerando su adopción.

Las economías industrializadas contribuyeron significativamente al crecimiento restante en 2023, con casi 60 GW de nueva capacidad en la Unión Europea y más de 30 GW en Estados Unidos. En el resto del mundo, las nuevas instalaciones de energía solar fotovoltaica superaron los 70 GW.

Proyecciones de crecimiento de la energía solar en 2025

En el escenario STEPS, las adiciones de capacidad solar fotovoltaica aumentan cerca de un 60% para 2035. En el escenario APS, esta cifra se duplica, y en el escenario NZE, aumenta 2.5 veces.

Capacidad solar fotovoltaica por escenario, 2010-2035proyecciones-mundiales-de-crecimiento-de-la-energia-solar-fotovoltaica

Actualmente, la energía solar fotovoltaica genera poco más del 5% de la electricidad global, pero se espera que su participación aumente al 17% para 2030, jugando un papel relevante en el cumplimiento del compromiso de la COP28 de triplicar la capacidad renovable para ese año. 

Para 2035, se espera que la energía solar supere al carbón y al gas natural como la principal fuente de electricidad, proporcionando el 25% de la generación total en el escenario STEPS, el 30% en el APS y el 35% en el NZE.

En este sentido, la AIE previene que el rápido crecimiento de la energía solar fotovoltaica incrementa la necesidad de flexibilidad en los sistemas eléctricos para garantizar un suministro de electricidad seguro y confiable.

Redes eléctricas inteligentes

De acuerdo con el World Energy Outlook, las redes eléctricas inteligentes (smart grids) son fundamentales para la transición energética global. 

Estas redes integran tecnologías avanzadas de comunicación y automatización, permitiendo gestionar eficientemente la creciente participación de energías renovables en el sistema eléctrico.

El papel de las redes inteligentes va más allá de la distribución de electricidad, pues estas infraestructuras mejoran la flexibilidad del sistema, facilitando la integración de fuentes variables como la energía solar fotovoltaica y la eólica.

Además, las redes inteligentes fortalecen la resiliencia del sistema frente a eventos climáticos extremos, como olas de calor o tormentas, que incrementan la demanda de energía y pueden afectar la infraestructura eléctrica.

Al detectar y responder rápidamente a fallas, estas redes garantizan un suministro estable y seguro para consumidores y empresas. 

Almacenamiento de energía

El almacenamiento de energía se ha convertido en un pilar estratégico para garantizar la estabilidad de los sistemas eléctricos modernos

En 2023, la capacidad instalada de almacenamiento en baterías (BESS) alcanzó casi 90 GW y se espera que esta cifra crezca exponencialmente, superando los 850 GW para 2030 según proyecciones optimistas.

Las baterías permiten almacenar el exceso de energía generada por fuentes renovables durante las horas de baja demanda y liberarla cuando el consumo es mayor. Esto asegura un suministro constante y reduce la dependencia de combustibles fósiles en momentos críticos. 

En regiones con altas proporciones de energía renovable, como Europa y China, el almacenamiento ya es clave para maximizar el aprovechamiento de tecnologías limpias.

En la reciente reunión en Italia del G7 se acordó desarrollar 1,500 GW de almacenamiento de energía y renovar 25 millones de kilómetros de redes eléctricas antes de 2030, buscando triplicar la capacidad global de energías renovables e impulsar una transición energética sostenible.

El almacenamiento en baterías está impulsando nuevas estrategias energéticas en sectores industriales, comerciales y residenciales. Estas incluyen sistemas de respaldo para evitar interrupciones en operaciones críticas y la creación de microrredes capaces de operar de manera autónoma en comunidades aisladas o zonas con infraestructura limitada.

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Autoconsumo energético

El autoconsumo energético está ganando terreno como una solución eficaz para reducir costos y promover la sostenibilidad en empresas e industrias.

Con el uso de tecnologías como paneles solares y sistemas de almacenamiento en generación distribuida, las organizaciones están disminuyendo su dependencia de las redes convencionales mientras aprovechan al máximo los recursos renovables.

Al integrar almacenamiento en baterías con generación renovable, las empresas pueden garantizar un suministro continuo incluso durante interrupciones o fallas en la red principal. Esto es particularmente relevante para industrias con operaciones críticas que no pueden permitirse tiempos de inactividad.

Eficiencia energética 

La eficiencia energética se ha consolidado como un pilar importante para reducir emisiones y controlar costos en el panorama energético global.

Las economías industrializadas, como la Unión Europea y Japón, encabezan este esfuerzo abordando diversos frentes: mejorar la eficiencia energética de sus infraestructuras, imponer estándares más estrictos mediante regulaciones para electrodomésticos y vehículos y ofrecer incentivos que impulsan el desarrollo de tecnologías más eficientes.

Por otro lado, mercados emergentes como India implementan iniciativas como el esquema “Perform, Achieve and Trade”, promoviendo el uso racional de la energía en el sector industrial.

Además de los ahorros económicos, la eficiencia energética es fundamental en la lucha contra el cambio climático. Las mejoras en eficiencia pueden reducir a la mitad las emisiones necesarias para cumplir los objetivos de 2030, aliviar la pobreza energética y crear entornos más saludables y sostenibles.

¿Cuánta inversión se necesita para la transición energética global?

Para cumplir con los objetivos del escenario NZE, la inversión anual en energía limpia deberá aumentar a 4.5 billones de dólares para 2030.

Además, la AIE señala que el despliegue de las tecnologías mencionadas en el apartado anterior debe ampliarse, ya que actualmente está concentrado en economías industrializadas y en China.

El impulso detrás de las tecnologías de energía limpia está cambiando las perspectivas de las emisiones, incluso bajo las políticas actuales.

En el escenario STEPS, se proyecta que las emisiones de CO₂ serán 6.5 Gt más bajas en 2030 en comparación con el escenario base de 2015, antes del Acuerdo de París.

En el escenario APS, siete tecnologías clave —solar fotovoltaica, energía eólica, nuclear, vehículos eléctricos, bombas de calor, hidrógeno de bajas emisiones y captura de carbono— contribuyen con tres cuartas partes de las reducciones de emisiones de CO₂ relacionadas con la energía entre 2023 y 2035.

El escalamiento de estas tecnologías también es el principal motor detrás de la disminución de la demanda de combustibles fósiles en esta década, especialmente en el escenario NZE.

El reto en 2025: Seguridad, asequibilidad y sostenibilidad

La demanda eléctrica crecerá en todas las regiones y escenarios durante los próximos diez años y este aumento, junto con cambios en los patrones de consumo, afectará significativamente los niveles máximos de demanda.

En el escenario STEPS, la demanda máxima aumenta casi un 15% en las economías industrializadas para 2035, debido principalmente al mayor uso de calefacción eléctrica y vehículos eléctricos. 

En las economías emergentes y en desarrollo, la demanda máxima aumenta hasta un 80%, impulsada por el aumento en el uso de aires acondicionados y sistemas de refrigeración.

La transición hacia un sistema energético sostenible, asequible y seguro requiere una coordinación global, innovación tecnológica y compromisos sólidos de todos los sectores. Solo mediante la integración de estas estrategias será posible enfrentar los desafíos energéticos del futuro y cumplir los objetivos climáticos globales.

En Enlight somos expertos en la gestión de activos energéticos para el sector industrial, desde su planeación, instalación y monitoreo para empresas con altas y constantes demandas de energía, hasta su financiamiento y operación.

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