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COP28: Cómo estuvo el principio del fin de los combustibles fósiles

COP28: Cómo estuvo el principio del fin de los combustibles fósiles

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La vigesimoctava edición de la Conferencia de las Partes en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP28) concluyó en un año marcado como el más cálido registrado hasta la fecha, caracterizado por desafiantes sequías e incendios forestales que dejaron una huella devastadora en diversos rincones del planeta.

Durante el transcurso de dos semanas de intensas negociaciones, la atención global se concentró en Dubai, Emiratos Árabes Unidos (EAU), donde distinguidos líderes mundiales se congregaron del 30 de noviembre al 13 de diciembre, prolongando la COP un día más, en aras de llegar a un acuerdo consensuado por todas las partes para abordar el papel de los combustibles fósiles en el cambio climático.

Con una participación que cuadruplicó la cifra registrada en la COP26, la Cumbre de Cambio Climático en Dubai atrajo a casi 100 mil personas, estableciendo así un nuevo hito en la historia de las conferencias climáticas. 

Desde que se adoptara el pacto climático de París durante la COP21 en 2015, las conferencias sucesivas se centraron en la ejecución del objetivo principal: frenar el aumento de la temperatura global media por debajo de los 2 grados centígrados, con la aspiración de limitar el incremento a 1.5°C por encima de los niveles preindustriales.

Mientras que París representó la culminación del acuerdo, las conferencias de Katowice (COP24) y Glasgow (COP26) delinearon el plan estratégico, con la COP27 en Sharm el-Sheikh marcando el rumbo hacia la implementación.

Nueva llamada a la acción

 

El esperado Consenso de los Emiratos Árabes Unidos

Después de intensas negociaciones y la negativa de Arabia Saudita, y otros países petroleros, a incluir una referencia a la “eliminación” (“phase out”) o a la “reducción” (“phase down”) de los combustibles fósiles que generaron fuertes tensiones en las últimas 48 horas de la Cumbre. La COP28 finalmente aprobó por unanimidad un borrador que destaca la transición energética y la reducción de emisiones globales. 

El acuerdo final, conocido como Consenso de los Emiratos Árabes Unidos, hace un llamado a una transición energética "equitativa y ordenada" con el objetivo de alcanzar la neutralidad de carbono en 2050.

Este acuerdo histórico menciona por primera vez en 28 años a los combustibles fósiles como principales causantes de gases de efecto invernadero (GEI). Sin embargo, el lenguaje utilizado resultó menos firme de lo esperado por países con economías en desarrollo y la sociedad civil. La resistencia de países petroleros llevó a la exclusión de referencias a la "eliminación" o "reducción" de los combustibles fósiles, dejando solo la mención al carbón.

Para Juan Carlos Villalonga, miembro de la Organización Global de Legisladores, esto es importante:

“Si uno analiza la primera interpretación, la del phase down, es continuar como venimos hasta ahora. No hay tiempo, no hay fecha de caducidad. Para el caso del phase out se abandona y eso obliga a una reducción drástica asociada a una fecha tope. Aunque parezca casi lo mismo, se desprenden una serie de decisiones que deben ser tomadas después, tanto a nivel global como a nivel doméstico”.

El texto final reconoce la necesidad de adaptar la transición a las diferentes necesidades de cada país e incluye una mención explícita para "acelerar la reducción de emisiones derivada del transporte en ruta". 

Enrique Maurtua Konstantinidis, asesor senior en diplomacia climática del Independent Global Stocktake indicó: “Hay que reconocer que, por primera vez, hay señales importantes sobre combustibles fósiles. Hace tan solo un año, no estaba sobre la mesa. Y, ahora, hay referencias a transicionar todo el sistema energético. O sea, esta COP puso énfasis en el qué, sin embargo, no dio señales del cómo: financiamiento para la transición, y la puerta abierta a muchas falsas soluciones.”resumen-cop28-emiratos-arabes-unidos

En relación con la capacidad de sustitución, en el acuerdo final también se presentó el compromiso para triplicar la capacidad global de energías renovables para el 2030. Siendo una perspectiva alentadora y fundamentada en el último gran informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), donde se menciona la significativa disminución de los precios de la energía renovable. 

De acuerdo con el informe del IPCC, entre 2010 y 2019 se observaron descensos sostenidos en los costes unitarios de la energía solar (85%), la energía eólica (55%) y las baterías de iones de litio (85%), acompañadas de notables incrementos en su despliegue. En concreto, 10 veces más en el caso de la energía solar y 100 veces más en el caso de los vehículos eléctricos (VE), aunque es importante destacar que estas cifras presentaron variaciones significativas entre diferentes regiones. 

Además, el IPCC advirtió que mantener sistemas con altas emisiones podría resultar más costoso en algunas áreas y sectores en comparación con la transición hacia sistemas de bajas emisiones

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¿Por qué son importantes las Cumbres de Cambio Climático?

El hielo marino antártico ha alcanzado niveles históricamente bajos, marcando un hito preocupante. Según datos recientes de la página oficial de la ONU, el pasado mes de septiembre se registró una disminución de 1.5 millones de kilómetros cuadrados por debajo del promedio estacional, equivalente a la extensión de Portugal, España, Francia y Alemania juntos.

De acuerdo con la ONU, el calentamiento global, impulsado por más de un siglo de quema de combustibles fósiles y prácticas insostenibles, ha elevado la temperatura global en 1.1°C por encima de los niveles preindustriales, con cada aumento en la temperatura intensificando fenómenos climáticos extremos, como olas de calor, inundaciones y tormentas, junto con cambios naturales irreversibles.

Con 2023 encaminado a convertirse en el año más cálido del que se tiene registro y los últimos ocho años registrando las temperaturas más elevadas globalmente, la alarma sobre el aumento de las concentraciones de gases de efecto invernadero y el calor acumulado en la atmósfera es evidente. António Guterres, secretario general de la ONU, ha advertido repetidamente que, de no producirse cambios, nos dirigiremos hacia un aumento de temperatura de 3°C, lo que implica un futuro peligroso e inestable para la humanidad y los sistemas de vida que sostienen y protegen el planeta.

 

¿Cómo quedó el Balance Mundial en la Cumbre del Clima 2023? 

En la COP26, se inauguró el primer Balance Mundial para evaluar el progreso hacia la realización de los objetivos establecidos en el Acuerdo de París. Este año marca el séptimo aniversario de la firma del acuerdo, lo que llevó a la presentación oficial del primer Balance Mundial (GST, por sus siglas en inglés), con el propósito de determinar si los países están avanzando adecuadamente para frenar el aumento de la temperatura global.como-quedo-el-Balance-Mundial-en-la-Cumbre-del-Clima-2023

De acuerdo con el reporte llevado a cabo por la ONU, los resultados de este análisis fueron desalentadores. Ya que existe una brecha flagrante en la reducción de emisiones contaminantes, siendo que los compromisos nacionales actuales se quedan cortos de 20.3 a 23.9 gigatoneladas de CO2 equivalente en comparación con los niveles necesarios para limitar el calentamiento a 1.5°C en 2030. 

Según este reporte, para alcanzar los objetivos del Acuerdo de París, las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero (GEI) deben reducirse en torno a un 43% para 2030 y un 60% para 2035 con respecto a los niveles de 2019, con el fin de alcanzar unas emisiones netas cero de CO2 para 2050.

Para ello es necesario un cambio transformador en todos los sectores, que incluya el aumento de las energías renovables, la eliminación progresiva de todos los combustibles fósiles, el fin de la deforestación, la reducción de las emisiones de CO2 y la aplicación de medidas relacionadas tanto con la oferta como con la demanda de energía.

 

¿Qué pasó con el Fondo de Pérdidas y Daños de la COP27?

En el arranque de la COP28 se produjo un giro positivo: el presidente de la COP de este año, el Sultán Al Jaber, presentó una propuesta para concretar el establecimiento del Fondo de Pérdidas y Daños que los países con economías en desarrollo obtuvieron el año pasado en Egipto.

Después de cinco reuniones sostenidas este año, el Comité de Transición para pérdidas y daños logró consensuar una serie de recomendaciones para el fondo, proponiendo al Banco Mundial como entidad responsable.

Compromisos financieros contra pérdidas asociadas al cambio climático

Según el informe de James Rising de la Universidad de Delaware, las pérdidas y daños provocados por el cambio climático ascendieron a alrededor de 1.5 billones de dólares a nivel mundial en 2022, con un impacto anual en el PIB de 850 mil millones concentrado en los países de renta baja y media-baja, sufriendo los países del Sur Global una pérdida media del 8.3% de su PIB por estas causas.

La propuesta para establecer el Fondo de Pérdidas y Daños, presentada durante la COP28, marca un avance significativo para los pequeños Estados insulares, quienes han abogado por este tipo de asistencia a lo largo de tres décadas. 

No obstante, a pesar de la importancia de los compromisos financieros anunciados hasta ahora —Emiratos Árabes Unidos y Alemania se comprometen a contribuir con 100 millones de dólares cada uno, Reino Unido destinará 40 millones de libras al Fondo, y añadirá 20 millones adicionales para otros acuerdos de financiamiento relacionados con pérdidas y daños, Estados Unidos aportará 17 millones de dólares, Japón contribuirá con 10 millones de dólares, y la Unión Europea comprometió 250 millones de euros—, el Fondo en su totalidad apenas supera los 700 millones de dólares, representando menos de un tercio de lo necesario anualmente.

Nueva llamada a la acción

 

¿Qué pasó con el financiamiento para la acción por el clima en la COP28?

En la COP15, celebrada en Copenhague en 2009, los países con economías desarrolladas se comprometieron a alcanzar el objetivo colectivo de movilizar 100 mil millones de dólares anuales para 2020 destinados a la acción por el clima en los países con economías en desarrollo. El objetivo se formalizó en la COP16 de Cancún, y en la COP21 de París se reiteró y amplió hasta 2025.Que-paso-con-el-financiamiento-para-la-accion-por-el-clima-en-la-COP28

En la COP28 la desilusión se presentó al ver que esta promesa ha experimentado un incumplimiento prolongado, aunque aún permanece en vigor. Hasta el año 2021, solo se habían recaudado 89,600 millones de dólares, lo que representa un incremento del 7.6% con respecto a 2020, según el monitoreo llevado a cabo por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

Simon Stiell, secretario ejecutivo de Cambio Climático de la ONU, les dijo a los presentes:

“Nuestro presupuesto está actualmente financiado a menos de la mitad, por lo que les pido que aborden esta cuestión, ya que, de lo contrario, será imposible cumplir los requisitos básicos de las Partes (países) y ampliar sus demandas de cara al futuro”.

El futuro energético post-COP28

Sin duda, la COP28 marca un hito significativo en el camino hacia la transición energética y la lucha contra el cambio climático y, aunque el acuerdo final no logró la eliminación gradual específica de combustibles fósiles que algunos países buscaban, abre nuevas sendas al mencionar alejarse del petróleo y el gas, pilares de la economía global; enviando una clara señal a inversores, consumidores y gobiernos sobre el futuro de los mercados energéticos.

En palabras de Jennifer Morgan, enviada climática de Alemania a la COP28:

“Todo inversor debería comprender ahora que las inversiones futuras que sean rentables y de largo plazo son las energías renovables, y que invertir en combustibles fósiles es un activo varado”. 

La conclusión de la COP28 también destaca la importancia de la acción climática más enérgica. La ciencia es clara en que aún es posible limitar el aumento de la temperatura a 1.5°C, pero se requieren decisiones drásticas e inmediatas para lograrlo.

Es esencial reducir las emisiones de GEI en un 45% para 2030, lograr emisiones netas globales cero para 2050, realizar una transición justa y equitativa de los combustibles fósiles a las energías renovables y aumentar las inversiones en adaptación y resiliencia energética.

En este contexto, el sector industrial tiene oportunidades significativas para contribuir a esta transición global hacia un futuro más sostenible, implementando soluciones integrales con base en energías renovables y microredes inteligentes para impulsar un cambio real en la dirección del desarrollo sostenible.

En Enlight estamos orgullosos de empoderar a nuestros clientes energéticamente, permitiéndoles generar y almacenar energía de manera sostenible, descarbonizando e incrementando la eficiencia de sus procesos productivos a través de soluciones energéticas renovables dentro del esquema de generación distribuida en México.

Contamos con una amplia trayectoria en tecnologías climáticas, garantizando la fiabilidad, alta eficiencia y cumplimiento de estándares internacionales para cada solución. Si está buscando eficientar su consumo de energía, reducir sus gastos operativos y descarbonizar sus operaciones, no dude en contactarnos. Estamos comprometidos a ser su aliado estratégico en la transición hacia un futuro productivo más sostenible.

Nueva llamada a la acción

 

 

Con información de Naciones Unidas, Review Energy, Infobae, El Financiero, El Economista, Wired.