Beneficios e incentivos fiscales al instalar paneles solares en las empresas
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El sector eléctrico mexicano atraviesa una etapa de transformación profunda. Por un lado, los estímulos fiscales continúan representando una ventaja competitiva para las empresas que invierten en soluciones de energía solar.Por el otro, los ajustes regulatorios implementados durante 2025 buscan simplificar la obtención de permisos y fortalecer la generación en sitio como pilar de la transición energética, motivando a más organizaciones a integrar estas tecnologías en sus operaciones.
En este artículo abordamos los beneficios fiscales vigentes para las empresas que instalan sistemas fotovoltaicos y los principales cambios regulatorios en el sector derivados de la publicación de la Ley del Sector Eléctrico (LSE), la Ley de Planeación y Transición Energética (LPTE) y sus respectivos reglamentos.
Finalmente, también analizamos cómo ambos factores se complementan para impulsar un modelo energético más limpio, rentable y descentralizado.
Contexto global y retos para la transición energética en México
El progresivo daño al medio ambiente ha derivado en una crisis climática mundial, impulsada en gran medida por el uso de combustibles fósiles y fuentes altamente contaminantes para la generación de energía eléctrica.
Por ello, desde hace varias décadas se ha reconocido la necesidad de transformar la matriz energética global, tanto en la producción primaria de energía como en la generación de electricidad.
Aun así, en 2024 las emisiones globales de CO₂ asociadas al consumo de energía alcanzaron un nuevo máximo de 37.8 gigatoneladas, lo que demuestra que los esfuerzos internacionales por reducir su impacto ambiental siguen siendo insuficientes.
México no es ajeno a esta realidad: según el Programa Sectorial de Energía (PROSENER) 2025–2030, el 82% de la energía primaria producida en el país continúa siendo de origen fósil, lo que subraya la urgencia de acelerar la adopción de soluciones limpias y descentralizadas que fortalezcan la transición energética nacional.
Generación renovable en sitio: una opción sostenible para las empresas
En este contexto, las empresas desempeñan un papel determinante en la transición hacia un modelo energético más sostenible, ya que concentran una parte considerable de las emisiones de CO₂ derivadas de sus procesos productivos y de consumo eléctrico.
Adoptar energías renovables y modelos de generación en sitio, como el autoconsumo solar fotovoltaico, permite a las organizaciones reducir su huella ambiental, asegurar su suministro eléctrico y optimizar costos operativos en el largo plazo.
Conscientes de esta realidad, los gobiernos de distintos países han desarrollado políticas e incentivos para acelerar la adopción de tecnologías limpias en el sector industrial y comercial.
Estas medidas buscan no solo ayudar a cumplir con los compromisos internacionales de reducción de emisiones, sino también impulsar la competitividad de las empresas que apuestan por la energía limpia.
En México, una de las principales herramientas para fomentar esta transición son los estímulos fiscales que recompensan la inversión en soluciones energéticas renovables. A través de ellos, las empresas pueden aprovechar deducciones y beneficios económicos que facilitan la implementación de sistemas fotovoltaicos, convirtiendo la sostenibilidad en una decisión estratégica y rentable.
Qué incentivos o deducciones aplican para las energías renovables
En México, los incentivos fiscales para energías renovables se establecen como una herramienta de política pública para impulsar la transición hacia un modelo energético más limpio y eficiente. A través de distintos mecanismos de deducción y reducción de impuestos, las empresas que invierten en tecnologías sustentables pueden mejorar la rentabilidad de sus proyectos y acelerar su retorno de inversión.
Su fundamento jurídico se encuentra en la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección del Ambiente (LGEEPA), que establece las bases para promover la transición energética en el país.
De acuerdo con el Artículo 22 Bis de dicha ley, se consideran prioritarias para acceder a estos beneficios las actividades relacionadas con:
- La investigación o utilización de equipos y tecnologías que tengan por objetivo reducir la contaminación o deterioro ambiental, así como el uso eficiente de recursos naturales y de energía.
- La investigación e incorporación de sistemas de ahorro de energía y de utilización de fuentes de energía menos contaminantes.
Entre las soluciones que cumplen con estos criterios se encuentra la energía solar fotovoltaica, que permite generar electricidad a partir de una fuente inagotable y limpia. Su instalación en entornos industriales contribuye no solo a reducir el impacto ambiental del sector, sino también a fortalecer la seguridad y autonomía energética en cada sitio de operación.
A ello se suma que, derivado de los ajustes regulatorios más recientes, orientados a simplificar los procesos de otorgamiento de permisos de generación en sitio, las empresas cuentan con un entorno más favorable para invertir en este tipo de proyectos.
Beneficios fiscales de los paneles solares
Las empresas que invierten en energías renovables, como la solar fotovoltaica, pueden acceder a distintos estímulos fiscales a nivel federal y estatal que impulsan la adopción de tecnologías limpias y reducen los tiempos de recuperación de su inversión.
Por ejemplo, en el ámbito federal, la Ley del Impuesto Sobre la Renta (ISR) permite deducir el 100% del costo de instalación de un sistema fotovoltaico durante el primer año de operación.
A nivel estatal, algunos gobiernos locales ofrecen reducciones en el Impuesto Sobre Nóminas y en el Impuesto Predial a las empresas que demuestren la instalación de sistemas que disminuyan su impacto ambiental.
Estos descuentos pueden alcanzar hasta 40% en el caso del Impuesto Sobre Nóminas y 20% en el Impuesto Predial, dependiendo del grado de reducción de emisiones o del ahorro energético comprobado.
En conjunto, estos incentivos constituyen una herramienta eficaz para las empresas que buscan transitar hacia un modelo energético más sostenible y competitivo, al tiempo que aprovechan los beneficios fiscales disponibles por invertir en energía limpia.
A continuación, se detallan los principales incentivos y deducciones aplicables a los proyectos de energías renovables en México.
Impuesto Sobre la Renta
De acuerdo con la Ley del Impuesto Sobre la Renta (ISR), en su Artículo 34 fracción XIII, establece que las empresas pueden deducir el 100% del costo total de la instalación de un sistema durante el primer año de operación. Esta deducción acelerada elimina la necesidad de esperar el periodo de depreciación habitual, convirtiéndose en uno de los incentivos fiscales más atractivos para las empresas que invierten en energía solar.
Para gozar de este incentivo fiscal, el sistema debe permanecer en operación durante al menos cinco años posteriores al momento en que se realizó la deducción. En este periodo, la empresa debe presentar una declaración complementaria que confirme que los paneles solares siguen operando en sus instalaciones.
Este incentivo permite reducir el periodo de retorno de inversión de un proyecto fotovoltaico e incrementar su rentabilidad desde el primer año, sin importar la ubicación geográfica de la empresa dentro del país.
Impuesto Sobre Nóminas
Además de los incentivos federales, algunos gobiernos estatales han establecido beneficios fiscales adicionales para las empresas que deciden invertir en soluciones energéticas renovables, como los paneles solares.
En el caso de la Ciudad de México, en el Capítulo XI, “De las Reducciones” del Código Fiscal, específicamente en el Artículo 277, contempla estímulos sobre el Impuesto Sobre Nóminas para las compañías que cuentan con programas de mejoramiento de condiciones ambientales. Las reducciones aplicables son las siguientes:
- 20% cuando la empresa disminuya sus condiciones normales de operación entre 30% y 44%.
- 30% cuando la disminución sea entre 45% y 59%.
- 40% cuando la reducción alcance entre 60% y 100%.
Para acceder a este beneficio, es necesario acreditar los impactos positivos del sistema fotovoltaico instalado –como la reducción de emisiones contaminantes o el uso eficiente de energía– mediante la documentación correspondiente ante la autoridad fiscal local.
Impuesto Predial
El Artículo 277 del Código Fiscal de la Ciudad de México también contempla reducciones sobre el Impuesto Predial para las empresas que incorporen tecnologías o sistemas que contribuyan a reducir sus emisiones contaminantes. Las reducciones aplicables son las siguientes:
- 10% cuando el sistema permita reducir las emisiones contaminantes entre 30% y 39%.
- 15% cuando la reducción se sitúe entre 40% y 49%.
- 20% cuando la disminución sea de 50% a 100%.
Para acceder a este beneficio, la empresa debe presentar una constancia expedida por la Secretaría del Medio Ambiente del Gobierno de la Ciudad de México (SEDEMA), en la que se acrediten los beneficios ambientales del sistema de paneles solares.
Como hemos visto, estos incentivos fiscales conforman un marco sólido que ha impulsado la adopción de tecnologías limpias en el sector industrial mexicano. Sin embargo, su alcance y efectividad se ven hoy reforzados por los avances regulatorios en materia eléctrica que se han experimentado a lo largo del año.
De este modo, la convergencia entre estímulos fiscales y un entorno regulatorio más ágil crea las condiciones ideales para que las empresas aceleren su transición hacia modelos energéticos sostenibles, consoliden su autonomía operativa y fortalezcan su competitividad a largo plazo.
Cambios recientes en la regulación del sector eléctrico mexicano
El marco regulatorio del sector eléctrico en México ha experimentado una etapa de transformación profunda durante 2025. El punto de partida fue la publicación de la nueva Ley del Sector Eléctrico (LSE), el 18 de marzo de 2025, que sustituyó a la antigua Ley de la Industria Eléctrica (LIE).
Esta ley mantiene la estructura básica de la industria —generación, transmisión, distribución y comercialización—, pero introduce elementos clave para fortalecer la planeación, la seguridad de suministro y la participación de tecnologías limpias. Entre sus novedades más relevantes, la LSE:
- Reconoce a la generación en sitio como figura prioritaria para el desarrollo del sector eléctrico, elevando el umbral de capacidad de 0.5 MW a 0.7 MW para generación exenta.
- Sustituye el esquema de abasto aislado por el de autoconsumo, que puede realizarse en modalidad aislada o interconectada, favoreciendo el uso de energías renovables.
- Establece trámites simplificados para proyectos de autoconsumo interconectado con capacidades entre 0.7 MW y 20 MW, y autoriza la inyección de excedentes al Sistema Eléctrico Nacional (SEN) bajo nuevas condiciones operativas.
- Incorpora los Sistemas de Almacenamiento de Energía Eléctrica (SAEE) como una actividad formal dentro del sector eléctrico, reconociendo su papel estratégico para garantizar la confiabilidad y estabilidad de la red.
Posteriormente, el 3 de octubre de 2025, se publicaron los Reglamentos de la LSE y de la Ley de Planeación y Transición Energética (LPTE), que aterrizan operativamente estas disposiciones.
En conjunto, ambos instrumentos definen un nuevo marco normativo integral que busca fortalecer el papel de la generación de energía en sitio como herramienta clave para la transición energética.
Cambios regulatorios para la generación renovable en sitio
Los Reglamentos de la LSE y de la LPTE abren una etapa favorable para la inversión en energía limpia y descentralizada, ofreciendo mayor claridad técnica y jurídica a las empresas que buscan generar su propia electricidad.
En materia de autoconsumo, la nueva regulación delinea cambios específicos que fortalecen y facilitan la implementación de sus dos modalidades:
- Aislada, dirigida a proyectos independientes del SEN, exentos de presentar la Manifestación de Impacto Social en el Sector Energético (MISSE) siempre que su capacidad no supere los 20 MW.
- Interconectada, con un procedimiento simplificado para sistemas de entre 0.7 MW y 20 MW, que fija un plazo máximo de resolución de 60 días hábiles y reduce la complejidad técnica y administrativa de los trámites.
Además, introduce las figuras de Usuaria de Autoconsumo y Grupo de Autoconsumo, que permiten compartir la energía generada entre distintos centros de consumo, sin que necesariamente pertenezcan al mismo grupo empresarial.
Este cambio facilita la implementación de modelos de energía compartida, que permiten a diversos centros de consumo aprovechar de forma conjunta la generación renovable.
Adicionalmente, la regulación también refuerza la integración del almacenamiento de energía como infraestructura estratégica del SEN, convirtiéndose en una pieza clave para la confiabilidad y estabilidad operativa, al permitir gestionar la intermitencia de las fuentes renovables y asegurar la continuidad del suministro eléctrico.
Con este nuevo marco, México avanza hacia un ecosistema energético industrial más seguro, eficiente y resiliente, donde la generación en sitio y el almacenamiento se consolidan como pilares de competitividad, estabilidad y sostenibilidad para las empresas.
Cómo aprovechar estos incentivos fiscales y avances regulatorios 
Los incentivos fiscales, junto con los avances recientes en la regulación del sector eléctrico, han configurado un entorno más favorable para que las empresas en México adopten soluciones de generación limpia y descentralizada.
Invertir en sistemas fotovoltaicos permite optimizar costos operativos, aprovechar deducciones fiscales desde el primer año y asegurar precios estables de electricidad durante toda la vida útil del sistema, que supera los 30 años. Además, genera beneficios ambientales al reducir las emisiones de CO₂ y ayudar a avanzar en el cumplimiento de objetivos de sostenibilidad corporativa.
Adicionalmente, con la publicación de los nuevos reglamentos de la Ley del Sector Eléctrico (LSE) y la Ley de Planeación y Transición Energética (LPTE), las empresas cuentan hoy con procesos más ágiles y claros para desarrollar proyectos de generación renovable en sitio y almacenamiento de energía, lo que facilita la transición hacia un modelo energético más eficiente, confiable y competitivo.
Para aprovechar al máximo estos incentivos y facilidades regulatorias, es clave que las empresas evalúen su consumo energético, estructura de costos y obligaciones fiscales; así como sus necesidades operativas y que identifiquen los sitios con mayor potencial para aprovechar el recurso solar disponible.
Aunado a ello, los cambios regulatorios más recientes hacen relevante que las empresas definan la alternativa más adecuada para su esquema de generación, ya sea autoconsumo individual o compartido, conforme a los criterios establecidos por la Ley del Sector Eléctrico (LSE) y su reglamento.
Asimismo, la integración de sistemas de almacenamiento de energía (BESS) se ha convertido en un elemento clave para mejorar la confiabilidad, eficiencia y rentabilidad de los proyectos de generación solar en sitio a nivel industrial, al permitir una gestión más flexible y estable del suministro eléctrico.
En Enlight, acompañamos a las empresas en cada etapa del proceso para que implementen sus proyectos de generación renovable en sitio y de almacenamiento de energía conforme al marco regulatorio vigente, fortaleciendo su desempeño operativo y ambiental mediante estrategias energéticas integrales.



