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Los 10 de países que mejor aprovechan las energías renovables

Los 10 de países que mejor aprovechan las energías renovables
Los 10 de países que mejor aprovechan las energías renovables
14:32

Que el mundo funcione totalmente con energías renovables y alternativas ha dejado de ser una idea lejana para convertirse en una meta alcanzable. Como prueba de ello, existen países líderes en energías limpias que han demostrado que la transición energética es posible y rentable.

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De acuerdo con el Índice de Transición Energética 2025 del Foro Económico Mundial, Suecia, Finlandia, Dinamarca, Noruega y Suiza encabezan el top 5 mundial, mientras que Austria, Letonia, Países Bajos, Alemania y Portugal complementan el top de las 10 naciones que mejor aprovechan las energías renovables.

Estos países avanzan con marcos regulatorios estables, inversión constante en infraestructura y una visión de largo plazo que integra el crecimiento económico con la descarbonización. Su progreso demuestra que no se trata de si el mundo podrá funcionar con energías limpias, sino de cuándo y cómo lo lograremos.

Descubre el top 10 de los países que están logrando funcionar casi al 100% a base de energías limpias y cuáles son los factores que los han llevado a encabezar este ranking.

Qué es el Índice de Transición Energética

Para conocer cuáles son los países que lideran el aprovechamiento de las energías renovables, el Índice de Transición Energética (ETI, por sus siglas en inglés), elaborado anualmente por el Foro Económico Mundial, ofrece una fotografía precisa del progreso y los desafíos que enfrentan 118 países en su camino hacia la descarbonización.

El informe de este año llega en un contexto de profundas transformaciones: conflictos geopolíticos, aceleración tecnológica, presión climática y una creciente demanda eléctrica impulsada por la digitalización y la inteligencia artificial. 

Como prueba de ello, durante 2024, se registró un aumento en el consumo global de energía de 2.2%, el incremento más elevado –y más acelerado– presenciado en años, mientras que las emisiones de CO₂ alcanzaron un nuevo récord de 37.8 mil millones de toneladas.

A pesar de ello, hay señales alentadoras. La inversión global en energía limpia superó los 2 billones de dólares, y 65% de los países mejoraron su desempeño en el ETI 2025. Sin embargo, sólo 28% de ellos logró imprimir avances contundentes en las tres dimensiones clave que definen una transición energética efectiva: seguridad, equidad y sostenibilidad.

Nueva llamada a la acción

Cómo se mide la transición energética

El Índice de Transición Energética es una herramienta comparativa que mide el progreso de los países en la implementación de soluciones energéticas limpias y renovables a través de la evaluación de cómo equilibran los tres pilares que conforman lo que se ha llamado el “triángulo energético”:

  1. Seguridad: garantizar un suministro estable y resiliente frente a crisis externas.
  2. Equidad: asegurar acceso y precios justos para consumidores e industrias.
  3. Sostenibilidad: reducir emisiones y promover medidas de eficiencia energética.

A estas tres dimensiones se suma la Preparación para la Transición (Transition Readiness), que mide la capacidad institucional, regulatoria, educativa y financiera para sostener el cambio estructural en el largo plazo.

Con base en lo anterior, el ETI asigna a cada nación una calificación de 0 a 100 puntos, calculada a partir de dos subíndices: el Desempeño del Sistema, que representa el 60% del puntaje total y mide los resultados actuales; y la Preparación para la Transición, que aporta el 40% restante y valora la capacidad de cada país para mantener su avance en el futuro.

En 2025, el promedio global del ETI fue de 56.9 puntos. El Desempeño del Sistema creció 1.2% interanual —impulsado por una mayor adopción de energías limpias y subsidios energéticos reformados—, mientras que la Preparación para la Transición aumentó apenas 0.8%, su avance más lento registrado en una década.

Esto evidencia una brecha importante: aunque cada vez más países implementan soluciones de energía limpia, muchos aún no han desarrollado las condiciones estructurales —infraestructura moderna, financiamiento accesible y marcos regulatorios sólidos— necesarias para sostener el cambio.

El Foro Económico Mundial resume la situación en una frase acertada y contundente: “El impulso es real, pero su resiliencia sigue siendo incierta.”

Qué países lideran la transición energética

Los países mejor posicionados en el ranking de este año comparten una misma característica: no sólo han incrementado la generación de energías renovables, sino que han construido ecosistemas institucionales, tecnológicos y financieros sólidos capaces de sostener la transición en el largo plazo.

Europa del Norte vuelve a encabezar el liderazgo global, con Suecia, Finlandia, Dinamarca, Noruega y Suiza ocupando los primeros lugares gracias a su estabilidad regulatoria, innovación y compromiso social con la descarbonización. 

Sin embargo, nuevas economías europeas, como Austria, Letonia, Países Bajos, Alemania y Portugal, también destacan por la implementación y desarrollo de estrategias locales exitosas que combinan inversión, políticas climáticas ambiciosas y diversificación energética.

1. Suecia

País

Suecia

Calificación ETI 2025

77.5

Desempeño del Sistema

77.0

Preparación para la Transición

78.1

Porcentaje de uso de energía renovable

99%

Principal fuente de energía

Eólica, solar, hidroeléctrica y biomasa.

Suecia encabeza nuevamente el Índice de Transición Energética, con 77.5 puntos, consolidando su posición como el país que mejor equilibra seguridad, equidad y sostenibilidad. 

Su modelo energético combina innovación tecnológica, planificación estatal y una cultura social comprometida con la descarbonización, convirtiéndola en el referente más sólido de Europa y del mundo.

El país escandinavo ha logrado operar casi al 100% con energías renovables –energía eólica, solar y biomasa–, logrando reducir de forma sostenida sus emisiones de gases de efecto invernadero

Además, desde 2010, la biomasa ha desplazado al petróleo como principal fuente de energía, consolidando una economía con una de las menores intensidades de carbono del planeta.

Los avances de Suecia son tan consistentes, que ha logrado superar los objetivos energéticos planteados por la Unión Europea para 2030 y todo apunta a que alcance la neutralidad de carbono hacia el 2038, doce años antes del horizonte de 2050 establecido por el bloque.

¿Cómo lo lograron?

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El liderazgo sostenido de Suecia es resultado de una estrategia consistente y multisectorial que combina inversión privada, política pública e innovación tecnológica. 

En este contexto, las industrias suecas han desempeñado un papel decisivo: priorizaron la inversión en energías renovables y en medidas de eficiencia energética sin escatimar recursos, entendiendo que cada proyecto renovable representa un ahorro a largo plazo y un impulso a la competitividad nacional.

Más allá de las cifras, Suecia demuestra que una transición energética exitosa requiere coherencia entre innovación, política pública y compromiso ciudadano. Su modelo se sostiene sobre tres pilares que explican su éxito global:

  1. una matriz limpia y diversificada; 
  2. mecanismos financieros efectivos, con impuestos al carbono que reflejan el costo real de las emisiones; 
  3. y una estrategia de largo plazo anclada en la meta de alcanzar las cero emisiones netas antes de 2050, respaldada por un marco legal estable.

En 2025, Suecia destacó por su crecimiento en empleos del sector energético limpio, sus bajos niveles de metano y una sólida calificación crediticia que facilita la inversión en infraestructura sostenible. 

Más allá de su tamaño económico, su éxito confirma que la coherencia política y la innovación institucional pueden transformar la sostenibilidad en una ventaja competitiva, integrando desarrollo, equidad y resiliencia energética.

2. Finlandia

País

Finlandia

Calificación ETI 2025

71.8

Desempeño del Sistema

72.7

Preparación para la Transición

70.5

Porcentaje de uso de energía renovable

88%

Principal fuente de energía

Eólica, solar, nuclear y biomasa.

Finlandia ocupa el segundo lugar global en el Índice de Transición Energética 2025 con 71.8 puntos, demostrando que la transición energética no depende únicamente de la disposición de recursos naturales, sino también de la capacidad de planificación política, estabilidad institucional y participación social para transformar la sostenibilidad en un objetivo compartido.

Como ejemplo de ello, el país fue uno de los primeros del mundo en establecer, por ley, una meta de neutralidad de carbono para 2035, acompañada de planes de descarbonización específicos para sectores como energía, transporte, industria y agricultura.

Una de las principales ventajas de Finlandia para el aprovechamiento de las energías renovables, es que es uno de los escenarios más favorables para el desarrollo de la energía eólica, fuente que ha sido clave en la reducción sostenida de sus emisiones de gases de efecto invernadero.

Además, Finlandia se ha posicionado como uno de los países que ha apostado por expandir de forma consistente –y constante- la implementación de soluciones de energía solar, que en un inicio se limitaban a  aplicaciones residenciales en pequeñas cabañas ecológicas.

Sin embargo, la adopción masiva de estas tecnologías fue posible en 2008, cuando el precio de los paneles solares en Finlandia experimentó una drástica reducción de hasta  80%, lo que impulsó su instalación en todo el país.

Este avance se complementa con una de las redes eléctricas más confiables y eficientes del mundo, caracterizada por bajas pérdidas de transmisión y mínimas interrupciones. De este modo, la apuesta finlandesa por la eficiencia energética y la educación técnica especializada ha permitido fortalecer tanto su infraestructura como su capital humano.

¿Cómo lo lograron?

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Para lograr este avance en energías renovables, Finlandia reformó su marco legal con el propósito de impulsar el uso de las fuentes limpias y fomentar la participación conjunta del sector público y privado.
 
Ambos sectores coordinaron esfuerzos para acelerar la adopción de tecnologías sostenibles y aprovechar los recursos naturales predominantes en el país como el viento y el sol para producir su propia energía y reducir su dependencia de los combustibles fósiles.
 
El éxito finlandés se sostiene sobre tres pilares fundamentales: 
  1. un sistema eléctrico robusto y confiable, considerado uno de los más eficientes del mundo, con mínimas interrupciones y bajas pérdidas de transmisión;
  2. una independencia energética creciente, al sustituir progresivamente las importaciones fósiles por energía nuclear, eólica y biomasa; 
  3. y finalmente, una apuesta constante por la educación técnica y el capital humano, que garantiza personal altamente calificado para operar las redes, desarrollar soluciones de almacenamiento y avanzar en la electrificación de procesos industriales.

El ETI 2025 subraya que Finlandia ha logrado combinar innovación tecnológica con políticas de bienestar común, asegurando que su transición sea ambientalmente sostenible y socialmente justa. 

3. Dinamarca

País

Dinamarca

Calificación ETI 2025

71.6

Desempeño del Sistema

70.3

Preparación para la Transición

73.7

Porcentaje de uso de energía renovable

89%

Principal fuente de energía

Eólica e hidrógeno verde.

Dinamarca es otro de los países que mejor ha sabido aprovechar la energía del viento. Con 71.6 puntos en el Índice de Transición Energética, en 2025 reafirmó su liderazgo histórico en producción y aprovechamiento de energía eólica y sentó las bases para  convertirse en una potencia en hidrógeno verde y almacenamiento energético.

Este país se ha destacado en los últimos años como uno de los más ambiciosos en lo que respecta a sus metas climáticas. En este sentido, estima que para 2045, 15 años antes del objetivo más común a nivel global, la producción total de su energía provendrá de fuentes renovables, alcanzando las cero emisiones netas.

Este compromiso se sostiene en un marco político estable, un mercado energético abierto y una ciudadanía ampliamente comprometida con la sostenibilidad.

Desde hace décadas, Dinamarca apostó por la energía eólica como su principal fuente renovable. Ya en 2015, era líder mundial en generación eólica, logrando una cobertura del 42% de su demanda eléctrica mediante aerogeneradores y demostrando que incluso los países con territorio limitado pueden producir su energía a través de fuentes limpias.

Hoy, su estrategia se apoya en objetivos concretos y medibles:

  • Obtener 100% de energía de fuentes renovables para 2050.
  • Eliminar el consumo total de carbón en 2030.
  • Reducir 40% las emisiones de gases invernadero hasta 2020.
  • Sustituir 50% de la demanda eléctrica por energía eólica para 2020.

¿Cómo lo lograron?

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El éxito de Dinamarca en materia de sostenibilidad no es reciente: comenzó a gestarse hace más de medio siglo. Inició la fabricación de turbinas eólicas desde 1970, pues siempre se planteó el firme objetivo de que toda la energía del país se produjera a partir del viento.

Esta visión temprana llevó a Dinamarca a instalar sus primeras turbinas en el mar y a consolidar una industria nacional especializada que, con el tiempo, se convirtió en líder mundial en tecnología eólica.

La clave de este desarrollo exponencial ha sido el respaldo político y social. Desde el principio, el gobierno danés estableció un marco institucional claro, con incentivos fiscales, reglas estables y colaboración público-privada, lo que permitió convertir la transición energética en un proyecto de Estado.

Hoy, Dinamarca cuenta con una infraestructura offshore avanzada, que incluye algunos de los parques eólicos marinos más grandes y productivos de Europa, y avanza en la creación de energy islands: plataformas que concentren soluciones de generación renovable y almacenamiento de energía eléctrica para distribuirla a distintos países.

Además, se ha destacado en el desarrollo de proyectos pioneros de hidrógeno verde, utilizando el excedente de su energía eólica para abastecer al transporte y a procesos industriales, reforzando así su papel como nodo energético europeo.

4. Noruega

País

Noruega

Calificación ETI 2025

71.5

Desempeño del Sistema

75.6

Preparación para la Transición

65.3

Porcentaje de uso de energía renovable

99%

Principal fuente de energía

Hidroeléctrica, eólica y solar.

Entre los países europeos con mejor aprovechamiento de las energías renovables destaca Noruega, que cubre alrededor del 99% de su demanda eléctrica con energía hidroeléctrica. 

Con 71.5 puntos en el Índice de Transición Energética 2025, Noruega representa uno de los casos más singulares del ranking: es un país con abundantes recursos fósiles que, sin embargo, opera casi al 100% con energía renovable en su matriz eléctrica y ha logrado mantener un equilibrio entre desarrollo económico y sostenibilidad.

Su transición energética se financia en buena medida con los ingresos derivados de la industria petrolera, canalizados a través del Fondo Soberano de Inversión Noruego, con un valor que supera los 1.4 billones de dólares. 

Este fondo destina parte de sus rendimientos a proyectos de energías limpias, innovación tecnológica y programas sociales, asegurando que la riqueza petrolera financie la transformación energética del país.

Además de la hidroeléctrica, Noruega impulsa el desarrollo de energía eólica y solar, diversificando sus fuentes para reforzar la seguridad energética del país y atender la creciente demanda del transporte eléctrico, uno de los más avanzados del planeta. 

Entre sus proyectos emblemáticos destaca la construcción del mayor parque eólico nacional, con una capacidad de 294 MW y una producción estimada de 1,000 GWh anuales, que se sumará a su red de generación renovable.

 

¿Cómo lo lograron?

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Las entradas costeras y la energía obtenida de la fuerza del agua impulsaron a Noruega en materia de energía limpia desde finales del siglo XIX.

Su abundante potencial hidroeléctrico se convirtió en la base de su desarrollo industrial y económico, permitiendo abastecer a industrias que precisan de grandes cantidades de energía. Tal es el caso de la producción de aluminio y fertilizantes, pilares de su crecimiento y modernización.

Este aprovechamiento hidroeléctrico masivo es hoy el corazón de su modelo energético: la energía hidráulica cubre cerca del 99% de su generación eléctrica, situando a Noruega entre los países con la matriz más limpia del mundo.

El liderazgo noruego también se explica por su alta electrificación del transporte, con más del 80% de los automóviles nuevos vendidos funcionando con electricidad. Este logro fue posible gracias a una estrategia integral de incentivos fiscales, infraestructura de carga nacional y políticas públicas consistentes.

Noruega ha invertido, además, en redes eléctricas interconectadas con otros países nórdicos y europeos, lo que le permite exportar energía renovable, reforzando la seguridad energética regional y estabilizando los precios.

Un elemento clave de su modelo es la política de transición justa: los ingresos provenientes del petróleo se canalizan hacia programas de sostenibilidad, bienestar social e innovación tecnológica a través del Fondo Soberano de Inversión Noruego. Este enfoque ha convertido a los recursos fósiles en una herramienta para financiar el futuro, no en un obstáculo para alcanzarlo.

5. Suiza

País

Suiza

Calificación ETI 2025

71.0

Desempeño del Sistema

71.4

Preparación para la Transición

70.3

Porcentaje de uso de energía renovable

97%

Principal fuente de energía

Hidroeléctrica, nuclear, solar y biomasa.

Suiza es otro de los países que ha presentado un importante progreso en reducción de emisiones de carbono. Con 71.0 puntos en el ETI 2025, se mantiene dentro del top 5 global, destacando por su estabilidad regulatoria, economía baja en carbono e infraestructura energética altamente eficiente.

Actualmente, la energía hidroeléctrica representa alrededor del 54% de su generación eléctrica, mientras que las plantas nucleares aportan cerca del 33% de la energía del país. Sin embargo, busca sustituir progresivamente esta última con más energías renovables, reforzando su compromiso con la descarbonización total.

Su política climática se rige por la Ley de CO₂ (CO₂ Act), que establece metas ambiciosas de reducción de emisiones y fomenta la innovación a través de incentivos al sector privado. Este marco, junto con una economía basada en servicios avanzados e innovación tecnológica, le ha permitido mantener un equilibrio ejemplar entre crecimiento económico y sostenibilidad ambiental.

Suiza además también hace acopio de otras fuentes renovables —como la solar, la biomasa y la geotermia— que aunque hoy tienen un impacto menor al 10% en el funcionamiento energético del país, están creciendo de manera constante gracias a sus robustas políticas de inversión e investigación.

¿Cómo lo lograron?

art-13-Suiza

El camino de transición de Suiza no ha sido nada fácil. En comparación con otros países europeos, el país cuenta con algunas de las plantas nucleares más antiguas del mundo, lo que ha hecho más compleja la sustitución progresiva de esta fuente.

Sin embargo, el gobierno suizo ha desempeñado  un papel decisivo en esta transformación, impulsando una estrategia integral enfocada en mejorar la eficiencia energética, la innovación tecnológica y la transición ordenada hacia un sistema de bajas emisiones.

Actualmente, Suiza trabaja en políticas específicas para mejorar su eficiencia en la construcción, movilidad e industria con el objetivo de incrementar el uso de las energías limpias y reducir la dependencia de la generación nuclear. 

Como parte de este proceso, ha establecido el retiro progresivo de las plantas de energía nuclear existentes, por lo que no otorgarán nuevas licencias de operación y aplicarán un sobrecargo de 2.3 céntimos de franco suizo por cada kilovatio sobre el precio de la energía, el cual se destinará a financiar proyectos de energía renovable.

Entre sus principales logros destacan:

  1.  los precios al carbono de referencia mundial, que incentivan la eficiencia energética y penalizan el uso de combustibles fósiles; 
  2. una diversificación equilibrada de su matriz, que combina hidroeléctrica, nuclear y renovables emergentes como la solar; 
  3. y una alta inversión en innovación y empleos verdes, con programas que fomentan startups y proyectos piloto enfocados en digitalización, eficiencia y almacenamiento energético.

6. Austria

País

Austria

Calificación ETI 2025

70.6

Desempeño del Sistema

70.2

Preparación para la Transición

71.1

Porcentaje de uso de energía renovable

95%

Principal fuente de energía

Biomasa, hidroeléctrica y solar.

Austria es uno de los ejemplos más consistentes en el avance de las energías renovables. Con 70.6 puntos en el Índice de Transición Energética, ocupa el sexto lugar a nivel mundial en el ranking 2025 y se consolida como referente europeo en políticas de energía y clima. 

El país ha construido su transición sobre una matriz diversificada en la que la biomasa es la energía por excelencia, la cual lleva más de tres décadas funcionando con una eficiencia del 90%. Junto con la energía hidroeléctrica y la solar, esta fuente ha permitido que Austria mantenga un consumo elevado de energías limpias y reduzca significativamente sus emisiones de CO₂.

El uso sostenido de fuentes renovables ha generado beneficios tangibles para la población: acceso a energía asequible, calefacción y refrigeración eficientes; movilidad limpia y edificaciones con altos estándares de aislamiento térmico. Todo esto se traduce en una alta calidad de vida, impulsada por tecnología local y una sólida política de innovación energética.

Además de su impacto ambiental positivo, la transición austríaca ha traído ventajas económicas directas, entre ellas la creación de empleos verdes, el fortalecimiento del sector industrial nacional y el ahorro derivado de la eficiencia energética.

¿Cómo lo lograron?

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El primer paso para que Austria alcanzara su nivel actual de eficiencia sostenible fue apostar por la investigación y el desarrollo tecnológico. Desde sus primeras estrategias nacionales, el país impulsó proyectos sustentados en evidencia científica que demostraron los beneficios económicos y sociales de las energías renovables.

Esto motivó tanto al gobierno como al sector privado a  invertir y apostar por el uso de las energías renovables para reducir costos, incrementar la calidad de vida y aumentar las fuentes de empleo.

Las empresas austriacas se posicionaron rápidamente como líderes en el mercado mundial de paneles solares,  energía térmica y biomasa, generando un volumen de negocio superior a los 3,500 millones de euros y más de 28 mil empleos directos.

El éxito de Austria se explica también por una serie de fortalezas estructurales: 

  1. Integración de políticas de energía y clima: el país ha diseñado planes nacionales perfectamente alineados, que permiten coordinar inversiones públicas y privadas hacia metas comunes de descarbonización. 
  2. Alto nivel de apoyo ciudadano: más del 70% de la población considera la transición energética una prioridad nacional, lo que ha facilitado la adopción de medidas de eficiencia, electrificación y uso racional de la energía.
  3. Empleo verde en expansión: impulsado por sectores de alta especialización tecnológica, y una infraestructura energética confiable y diversificada, que combina hidroeléctrica, solar y biomasa con altos estándares de eficiencia.

7. Letonia

País

Letonia

Calificación ETI 2025

69.4

Desempeño del Sistema

70.6

Preparación para la Transición

67.6

Porcentaje de uso de energía renovable

70%

Principal fuente de energía

Eólica.

Letonia se ha convertido en una de las mayores sorpresas del ETI 2025. Con 69.4 puntos, el país báltico se posicionó por primera vez entre los diez primeros lugares del mundo, demostrando que las reformas focalizadas y una estrategia coherente pueden generar resultados significativos en poco tiempo.

Desde 2011, Letonia se fijó la meta de producir energía limpia para contribuir a la mitigación del calentamiento global. 

Hoy, ese compromiso se traduce en una matriz energética cada vez más diversificada, impulsada por el crecimiento acelerado de la energía eólica, sobre todo en las zonas que presentan altas velocidades de viento como lo son las regiones costeras del Mar Báltico y  el Golfo de Riga.

Este avance refleja la visión de un país que, a pesar de su tamaño y limitaciones geográficas, ha sabido aprovechar sus recursos naturales con eficiencia y una gobernanza orientada al desarrollo sostenible.

¿Cómo lo lograron?

art-15-Letonia

Antes de optar por el uso de la energía eólica, Letonia dependía en un 65% del gas y el petróleo, lo que limitaba su seguridad energética y aumentaba su vulnerabilidad ante la volatilidad de los precios internacionales.

Conscientes de esta dependencia, las autoridades de Letonia decidieron producir su propia energía para abastecer las zonas más aisladas del país, aprovechando las altas velocidades del viento que caracterizan a sus regiones costeras.

En los últimos años, el país ha experimentado un crecimiento récord de inversión en energías limpias, con un aumento del 973% interanual, según el Foro Económico Mundial. Este impulso permitió ampliar rápidamente su capacidad instalada y diversificar su matriz energética.

Otro factor clave ha sido la modernización de su red eléctrica, que ahora está sincronizada con la red continental europea, fortaleciendo la seguridad energética y reduciendo la dependencia de fuentes externas. 

Además, las reformas regulatorias y sociales reorientaron subsidios, ampliaron el acceso a la energía y protegieron a los consumidores frente a la volatilidad de precios.

Letonia representa una nueva generación de líderes energéticos: economías medianas que, mediante políticas claras, cooperación internacional y buena gobernanza, logran acelerar su transición sin depender de grandes presupuestos.

8. Países Bajos

País

Países Bajos

Calificación ETI 2025

69.2

Desempeño del Sistema

65.6

Preparación para la Transición

74.7

Porcentaje de uso de energía renovable

53%

Principal fuente de energía

Hidrógeno verde, solar y eólica.

Con 69.2 puntos en el ETI 2025, los Países Bajos se consolidan como uno de los centros tecnológicos más avanzados de la transición energética europea. Su estrategia nacional se enfoca en la digitalización de la infraestructura eléctrica, la modernización de redes y el impulso del hidrógeno verde como nuevo motor industrial.

El país ha apostado por convertir su red eléctrica en un sistema inteligente e interconectado que permita integrar fuentes renovables, optimizar el consumo y gestionar el almacenamiento energético en tiempo real. 

Esta visión ha posicionado a los Países Bajos como un modelo de eficiencia y resiliencia energética, capaz de responder a la creciente demanda y a los desafíos de electrificación del continente.

¿Cómo lo lograron?

paises-energias-renovables-paises-bajos

Los Países Bajos invierten de manera sostenida en redes eléctricas inteligentes (smart grids), con el objetivo de digitalizar su sistema de distribución para integrar de forma eficiente la energía solar y eólica, y equilibrar la red ante picos de consumo.

De manera paralela, el país ha adaptado su infraestructura de transporte de gas para crear una red lista para hidrógeno, que lo convertirá en un nodo estratégico dentro de la futura red energética europea.

Otro de sus logros ha sido la reducción progresiva de importaciones fósiles, especialmente de gas natural, históricamente dominante en su matriz. Este proceso ha sido acompañado por el crecimiento acelerado de energías renovables y la importación de electricidad de bajo contenido de carbono.

Como se evidencia en lo anterior, el desempeño neerlandés combina visión tecnológica con política industrial, permitiéndole avanzar en la transición energética sin comprometer su competitividad. 

Su experiencia demuestra que la energía digitalizada no solo mejora la eficiencia, sino que también fortalece la resiliencia ante interrupciones y picos de demanda, consolidando al país como un referente europeo de innovación energética.

9. Alemania

País

Alemania

Calificación ETI 2025

68.8

Desempeño del Sistema

66.7

Preparación para la Transición

71.9

Porcentaje de uso de energía renovable

63%

Principal fuente de energía

Solar, eólica y biocombustibles.

Alemania se ha consolidado como uno de los países más influyentes en la transición energética global. Con 68.8 puntos en el Índice de Transición Energética, continúa siendo un actor decisivo para la descarbonización mundial. 

Aunque no encabeza el ranking, su tamaño económico, su capacidad tecnológica y su liderazgo industrial la convierten en un pilar fundamental para el éxito de la transformación energética a nivel global.

El compromiso alemán con la sostenibilidad se remonta a principios de los años 2000, cuando el país inició una ruta firme hacia la independencia energética. Desde entonces, la energía solar fotovoltaica es uno de los puntos claves de su estrategia.

Sin embargo, los alemanes se preocuparon por aprovechar al máximo todas las energías limpias, no solo la solar. Por lo que también incursionaron en el desarrollo de energía eólica, biocombustibles y programas de eficiencia energética.

Actualmente, Alemania genera una parte significativa de su electricidad a partir de fuentes renovables y, en ciertos periodos del año, logra cubrir casi el 100% de su demanda eléctrica con energías renovables. Este avance no solo ha reducido sus emisiones de CO₂, sino que también le ha permitido convertirse en un importante exportador de electricidad.

El objetivo final de Alemania es claro: producir absolutamente toda su energía a partir de fuentes de origen renovable, aumentar la eficiencia energética y reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero.

¿Cómo lo lograron?

art-03-Alemania

La histórica dependencia del carbón fue una de las principales razones que llevó a Alemania a convertirse en un referente en la revolución energética renovable.

Consciente de su impacto ambiental y económico, el país trazó una hoja de ruta de largo plazo para reemplazar los combustibles fósiles por fuentes limpias y garantizar la seguridad energética sin comprometer su competitividad industrial.

El gobierno alemán ha sido una pieza clave en este proceso, impulsando políticas climáticas ambiciosas y destinando recursos significativos a la innovación. Aunque el plan de transición energética ha tenido un costo elevado para el país, hoy se ha consolidado como una potencia en el uso de energías limpias promoviendo además tratados y colaboraciones internacionales para replicar su modelo en otros países.

Entre los factores que sostienen su liderazgo destacan:

  1. una política climática con metas claras de neutralidad y planes específicos de reducción de emisiones en sectores como la industria y el transporte; 
  2. una expansión renovable continua, que ha acelerado la instalación de energía solar y eólica mientras elimina progresivamente el uso del carbón; 
  3. y una estrategia nacional de hidrógeno verde, respaldada por más de 9 mil millones de euros en inversión para desarrollar infraestructura y producción a gran escala.

Asimismo, Alemania cuenta con una fortaleza institucional única, basada en un sistema de gobernanza descentralizado y una red sólida de cooperación entre gobierno, industria y academia. Este ecosistema permite que la innovación tecnológica se traduzca en políticas efectivas y soluciones de impacto global.

10. Portugal

País

Portugal

Calificación ETI 2025

68.6

Desempeño del Sistema

70.1

Preparación para la Transición

66.4

Porcentaje de uso de energía renovable

71%

Principal fuente de energía

Solar, eólica e hidrógeno verde.

Portugal cierra el top 10 del Índice de Transición Energética 2025 con 68.6 puntos, como resultado de una estrategia coherente y sostenida que combina energías renovables competitivas, políticas de inversión en infraestructura y una marcada orientación hacia la equidad energética. 

A través de ello el país ha demostrado que, aun con una economía más pequeña en comparación con otras naciones europeas, es posible construir un sistema energético resiliente, innovador y sostenible.

¿Cómo lo lograron?

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El éxito portugués se explica por una apuesta temprana y decidida por la energía eólica y solar, que hoy abastecen cerca del 60% de su demanda eléctrica. Esta transición ha sido impulsada por una planificación pública constante, así como por la apertura del país a la inversión privada y europea.

Portugal también ha desarrollado una de las carteras más avanzadas de proyectos offshore e iniciativas de hidrógeno verde en Europa, aprovechando su posición geográfica y su capacidad tecnológica para convertirse en un hub de innovación marítima y energética.

Otro pilar de su modelo ha sido la reducción de la dependencia de combustibles fósiles, lo que ha fortalecido su estabilidad económica y energética. Gracias a la expansión de su capacidad renovable, el país ha logrado reducir los costos energéticos para el sector manufacturero, incrementando su competitividad industrial.

El caso portugués demuestra que los países con menor tamaño económico pueden alcanzar una alta resiliencia energética si combinan una regulación predecible, acceso a financiamiento internacional e infraestructura moderna. 

Su política energética se ha convertido en un verdadero motor de desarrollo local y atracción de inversión extranjera, consolidando a Portugal como un referente europeo de transición justa y crecimiento verde.

Cuál es el panorama de México frente a las energías renovables

México se ubica en el lugar 55 del Índice de Transición Energética 2025, con un puntaje general de 56.0, ligeramente por encima del promedio global (56.9) y regional (54.3).

El país obtiene una calificación sólida en desempeño del sistema (67.3), lo que refleja una matriz energética relativamente diversificada y con presencia significativa de fuentes limpias —en torno al 30% de la generación eléctrica nacional—. Sin embargo, su calificación en preparación para la transición (39.0) revela debilidades estructurales que limitan la expansión de las energías renovables.

El Foro Económico Mundial agrupa a México dentro del bloque de economías intermedias con “transición parcial”, es decir, países con capacidad instalada relevante, pero que requieren fortalecer sus políticas públicas, marcos de inversión y capital humano para escalar la transformación.

Sin embargo, México posee ventajas que pueden convertirlo en un actor clave: su ubicación estratégica, su potencial solar y su integración en cadenas de suministro globales. Con la nueva ola de nearshoring, la energía limpia no sólo será un requisito ambiental, sino un factor de competitividad industrial.

Fortalezas

Desafíos

Amplio potencial solar y eólico, especialmente en regiones del norte y sureste.

Falta de modernización en infraestructura de transmisión y distribución.

Infraestructura industrial avanzada, capaz de integrar rápidamente tecnologías de generación renovable en sitio, almacenamiento y eficiencia energética.

La adopción de sistemas de estas soluciones aún es incipiente y requiere inversión tecnológica.

Creciente interés del sector privado por reducir costos, garantizar continuidad operativa y cumplir con sus objetivos de sostenibilidad corporativa.

No todas las industrias cuentan con el capital financiero necesario para implementar soluciones de generación renovable en sitio y almacenamiento de energía.

En este contexto, la adopción de soluciones energéticas sostenibles a través de esquemas financieros como los Power Purchase Agreements (PPA) y Storage as a Service (SaaS) representa una alternativa viable y estratégica para las industrias mexicanas.

Estas soluciones permiten acelerar la transición energética desde el sector privado, impulsando la independencia operativa, la estabilidad de costos y la reducción de emisiones, sin requerir inversión inicial y con beneficios tangibles a corto y mediano plazo.

En Enlight, acompañamos a las empresas en este proceso de transformación con soluciones integrales que combinan energía renovable, almacenamiento y gestión digital del consumo. Nuestro objetivo es que cada proyecto contribuya no solo a la eficiencia y resiliencia de las operaciones, sino también al liderazgo de México en la construcción de un futuro energético más limpio y competitivo.

Nueva llamada a la acción